Bueno retomando la historia, el fin de semana del Maratón lo pasé tranquilo, sin saber dónde en la noche pero sí en el día, también está bien de vez en cuando, aunque yo no estoy acostumbrado a esto.
Este mismo fin de semana me llamó un chico francés, Ambroise, de cerca de París, que conocí en el training de Arhnem y que hace su voluntariado en un circo. Fui a su casa y fumamos unos porros y tomamos whiski, pero bueno, aún no puedo decir que sea amigo del todo porque no sé si volveré a quedar con él, pero quizá este compa
ñero sea el que necesito para salir más, a ver si luego no me arrepiento, jeje. Esta semana, el jueves también fui a una fiesta en un piso, al piso de los compañeros de trabajo, de los que ya os he hablado antes, lo pasamos bien, luego salimos un poco por Amsterdam, pero como de costumbre, no recuerdo ni el nombre de donde fuimos y mucho menos de volver a llegar a ese Club, pub o como querais llamarle, yo ya tengo suficiente con regresar a casa y no perderme por el camino, está siendo muy difícil recordar las calles y me es difícil orientarme en esta ciudad que hay veces que me parece un laberinto del que soy incapaz de escapar. Así es como quedó la pared de la habitación de Ivan, el alcohol no es recomendable mezclarlo con spray de graffitis.
Este mismo fin de semana me llamó un chico francés, Ambroise, de cerca de París, que conocí en el training de Arhnem y que hace su voluntariado en un circo. Fui a su casa y fumamos unos porros y tomamos whiski, pero bueno, aún no puedo decir que sea amigo del todo porque no sé si volveré a quedar con él, pero quizá este compa
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